El ejército israelí desplegó este martes tanques en Rafah y tomó el control del lado palestino del puesto fronterizo con Egipto, en el sur de la Franja de Gaza, acentuando la presión sobre Hamas en la negociación de una propuesta de tregua aceptada por el movimiento islamista palestino el lunes.

El ejército difundió imágenes en redes sociales en las que se ven sus tanques con la bandera israelí tomando el control de la ciudad y cortando el cruce con Egipto. Un portavoz castrense sostuvo que se trataba de una operación con un alcance limitado contra objetivos específicos.

En otro video, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió la decisión de tomar el control de la ciudad, explicando que el anuncio del grupo islamista de aceptar una propuesta de alto el fuego en Gaza buscaba estorpecer la entrada de sus fuerzas en Rafah.

La situación de las negociaciones

Por su parte, Hamas denunció que la toma militar del cruce busca socavar los esfuerzos de mediación para un alto el fuego. "La toma del cruce de Rafah es una peligrosa escalada contra una instalación civil protegida por el derecho internacional", señaló en un comunicado. "Esto confirma la intención de la ocupación de socavar los esfuerzos de mediación para un alto el fuego y la liberación de prisioneros, a favor de los intereses personales del (primer ministro israelí) Netanyahu y su Gobierno extremista", remarcó.

Un alto cargo del grupo islamista, que pidió el anonimato, dijo a la agencia de noticias AFP que la nueva ronda negociaciones que comenzaron este martes representan la última oportunidad para Netanyahu y para las familias de los rehenes de ver regresar a sus hijos.

En tanto, el canal de televisión estatal egipcio Al Qahera News indicó, citando a una fuente de seguridad anónima de alto nivel, que las delegaciones de Egipto, Qatar, Estados Unidos están realizando intensos esfuerzos en las negociaciones para contener la situación en la Franja.

"¿Qué hemos hecho para merecer esto?"

El cierre del cruce no solo impide la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, sino también la salida de miles de heridos, enfermos y sus acompañantes que tenían permisos concedidos por El Cairo para que sean tratados fuera del territorio palestino. "La lista que debía viajar hoy martes fue prohibida según lo solicitado por la parte egipcia", denunció el Ministerio de Sanidad gazatí en un comunicado, además de indicar que ascendió a 34.789 la cifra total de muertos y a 78.204 heridos. "La situación de los enfermos y heridos en los hospitales de la Franja de Gaza ha sido muy difícil desde el comienzo de la guerra a causa de la pérdida de dispositivos, equipos y suministros médicos, y al colapso total del sistema de salud", subrayó.

Los palestinos de Gaza además se enfrentan a la difícil decisión de abandonar la ciudad. "¿Zona segura? No hay ningún lugar seguro aquí", dijo a la agencia EFE Mona al Shij Ahmad, mientras evacuaba junto a decenas de miles de palestinos en el este de la ciudad, tras la orden del Ejército israelí de dirigirse a una zona humanitaria en Al-Mawasi, ubicada a 20 kilómetros de distancia en dirección a Jan Yunis.

Sabha Um Talal, que dijo que su casa fue consumida por las llamas tras un bombardeo israelí, expresó: "Venimos de Jabalia a Rafah porque decían que era una zona segura, luego a Jan Yunis porque supuestamente era una zona segura, y volvimos aquí (a Rafah) otra vez", aseguró a la agencia EFE. "Somos civiles, no estamos con Hamas ni con nadie", lamentó y añadió: "¿Qué hemos hecho para merecer esto?".

James Elder, portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), advirtió que la incursión militar pone en riesgo a más de la mitad de los niños gazatíes, que habían encontrado allí el último lugar seguro dentro de la Franja a donde huir. "Rafah es una ciudad de niños", aseguró en rueda de prensa. Además, criticó las órdenes de evacuación israelíes, ya que, aseguró, la situación en Al-Mawasi es mucho peor que en Rafah.

Condena internacional

Desde la sede de la ONU en Nueva York, el secretario general del organismo, António Guterres, alertó que la ofensiva en Rafah no es un error estratégico sino toda una catástrofe humana. "Hago un llamamiento a todos aquellos que tienen influencia sobre Israel para que hagan todo lo que esté a su alcance para ayudar a evitar aún más tragedias", pidió. "La comunidad internacional tiene la responsabilidad compartida de promover un alto el fuego humanitario, la liberación incondicional de todos los rehenes y un aumento masivo de la ayuda para salvar vidas", añadió.

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que la ofensiva israelí provocará una crisis humanitaria aún más grande que la que ya sufre Gaza. “Ciertamente la situación es muy preocupante. No puedo anticipar las pérdidas humanitarias que esto va a crear”, alertó Borrell ante la prensa en Bruselas con ocasión de un Consejo de ministros comunitarios de Desarrollo.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó que el ejército israelí invadiera Rafah y dijo que es necesario que la ONU tenga más fuerza y más condiciones políticas para cuidar de la paz. En tanto China pidió a Israel que deje de atacar el enclave. "China está muy preocupada por las operaciones militares terrestres de Israel contra Rafah. Pedimos encarecidamente a Israel que escuche los llamamientos de la comunidad internacional y que deje de atacar", afirmó el portavoz de Exteriores Lin Jian en una rueda de prensa.